El viaje iba llegando a su fin, aunque aún había muchos kilómetros por recorrer. No iba a ser un día de grandes visitas ya que solo teníamos fijada la parada de la cascada Barnafoss, pero sí de muchas horas de trayecto, casi 5 horas, un total de 420km.
Disfrutamos del desayuno junto a una pareja de viajeros que estaban viajando durante meses. Nos estuvieron contando sus aventurillas y nos dimos los contactos, muy majos la verdad.
En cuanto terminamos de recoger las cosas del guesthouse, fuimos rumbo a Barnafoss. Estuvimos bastante tiempo por la carretera sin hacer paradas, hasta que llegamos a un mirador con vistas a la montaña.
Hicimos algunas fotos del paisaje, estiramos las piernas y continuamos con nuestro viaje hacia Barnafoss.
Por fin llegamos, esta cascada estaba formada por rápidos. Hay varios miradores de los cuales tienes unas vistas espectaculares, y un puente que cruza de un lado a otro.
Estuvimos cerca de media hora visitando la cascada Barnafoss hasta que continuamos dirección Akranes, allí pasaríamos la noche.
Llegamos a Akranes algo temprano, así que aprovechamos para comprar comida en el supermercado, para lo que quedaba de viaje. Cambiamos los sándwiches por unos bocadillos de salchichón. Comimos en el coche hasta que pudimos entrar en el alojamiento.
Ese día no cuadramos muy bien la ruta, llegamos antes de tiempo al pueblo donde nos alojábamos, de haberlo sabido hubiéramos visitado algo más. Por lo que ahora os dejaré más abajo lo que hicimos al día siguiente, pero que perfectamente se podría añadir a ese mismo día.
El hostel estaba genial, era una casa entera con 2 baños y varias zonas comunes enormes. Dejamos las mochilas y salimos a dar una vuelta por Akranes.
La ciudad tiene su encanto, al ladito de la costa, aunque he de decir que no había nadie en sus calles, la ciudad estaba desierta. Fuimos a un parque junto al mar donde había un balón de fútbol y bueno, pues terminamos jugando un rato, después de tantas horas de coche, no estaba mal hacer algo de ejercicio.
Ese día, como digo, hicimos poca cosa, descansamos del pesado viaje en coche. Como comentaba, nosotros no hicimos nada más ese día, pero recomendamos ir a la cascada Glymur, que es la que nosotros visitamos al día siguiente de camino a Reikiavik.
La cascada se encuentra a tan solo 43 kilómetros desde Akranes.
Glymur es la cascada más alta de Islandia, aunque no es la más espectacular para mi gusto, aún así merece la pena acercarse a verla, Además está relativamente cerca de Reikiavik (70km).
Empezamos el día tomando una carretera que nos llevaba directamente al túnel de Hvalfjördur. Por allí se acortaba mucho el recorrido, aunque de este modo no hubiéramos podido ver Glymur, así que lo dejamos estar y seguimos hacia la cascada.
Una vez allí, hicimos unas cuantas fotos después de afrontar la subida hasta arriba de la colina. Descansamos un rato y admiramos la cascada, era la última cascada que visitaríamos en Islandia.
Ya había acabado nuestra ruta circular por Islandia. Nos quedaba disfrutar el resto del día en la ciudad de Reikiavik.
Y esta fue nuestra ruta de 10 días por Islandia. Ha sido un viaje espectacular, sin duda alguna, uno de mis países favoritos.
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